Con tres heridas se fue...
Desperté de ser niño. Nunca despiertes. Triste llevo la boca. Ríete siempre. Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma”
Miguel Hernández
Cada 28 de Marzo es inevitable pensar en Miguel, en ti. La furia que azotó al odio y que sangró con cada verso plasmado en papeles desgastados por la pobreza. La valentía que luchó por lo que amaba, por lo que amamos: la libertad. La libertad de expresión y de actuación. El halcón que sobrevoló la cuidad luchadora e invencible y que se dejó cada centímetro de su piel para vencer a la cobardía. ¡Cobardía egoísta que no tiene corazón solo armas dañinas! Color rojo en tus coloretes por la sangre que te brota sin miedo y con agallas. Manos desgastadas por el trabajo que se reflejan en tu gesto, pobre pero plagado de amor. Amor a tu tierra fértil y a la gente trabajadora que con empeño y esfuerzo levantó el mundo. Personas que dieron su vida por defendernos y amarnos frente a bestias que nos arrebatan los sentimientos y nos someten a vivir entre el odio sucio.
Siempre serás para mí el ruiseñor de las desdichas que revolotea los árboles frutales admirando la belleza de estos y cantando con libertad sus melodías tan exentas de venganza que cualquiera desearía conocerlas y tararearlas contigo. El soldado que perdió la batalla cruelmente pero que ganó mucho más de lo que los otros consiguieron: la pasión de todos nosotros que te arropamos y te mimamos en cada momento y con cada verso fugaz y grandioso. Gracias Miguel por lo enseñado y batallado. Deseo con ahínco que los que no lo han hecho ya te descubran y te sientan muy adentro como yo lo hago cada día. Es una emoción única poder conocerte y estimarte tanto. Hoy y todos los días tú eres el protagonista.
La fría soledad de la tumba es calentada por la lucha sangrienta del valor y la fuerza de un hombre que baila con la furia. Los escombros que se intentan levantar pesados sobre los hombros de un poeta pastor, de un niño que el campo acarició con una suave brisa sus mejillas ásperas. El corazón henchido del más grande afecto y la desconmensurada mirada clarividente del que se sabe destinado a la lucha por el amor más puro, la locura febril en la mirada, la sonrisa pícara...El cuerpo erguido ante un mundo que lanza las piedras con una mirada de odio ante el valor, las sanguijuelas intentan liquidar los rastros de la más bella sangre; se levanta de la cárcel donde lo tienen confinado y su mirada se expande como si de un halcón se tratara, sobrevuela las nubes hasta llegar a una pequeñita casa para cantar la más dulce nana. Los dedos se restriegan agarrotados de la vida e intentan lanzarse al abismo, pero se resiste con la llamada de la existencia; susurrará sus mensajes a oídos valientes, que no temen la muerte y lucharán con sus brazos, así como expandirán su mente.
El poeta que lanzaba su aliento suave al corazón para llenarlo de los más bellos valores fue condenado a la extinción, sus palabras se silenciaron durante mucho tiempo, sus colores no fueron nombrados...Este poeta llevaba una pequeña golondrina que lanzaba sus poemas por la sierra, cantándoselas a sus cabras, buscaba a las flores en la oscuridad de la ciudad. Valoraba la permanencia íntima del ser dentro de uno mismo, naufragando a las piedras como el mar atormentado. Su lucha era la respuesta a la vida misma y sus espaldas nuestra muralla para resguardarnos de la injusticia, nos acurrucamos con un suave vaivén, nos olvidamos del miedo, sentimos la sangre burbujeante y el amor, ay el amor. Uno saltará sobre mil abismos, pero nunca olvidará el abismo al que se lanzó a Miguel Hernández por entregarnos su amor a la justicia y a la libertad.
Miguel se me aparece como un recuerdo en forma de sonrisa y de pena al mismo tiempo cuando leo sus palabras y se me adhieren, como si hubiese estado a su lado durante toda su vida. Soy capaz de escurrirme entre sus versos, de sumergirme en sus sentimientos y de impregnarme por completo de ellos como si se volviesen toboganes elásticos y yo tan pequeña como para resbalarme por ellos. Es capaz de llevarme a su campo y a sus papeles, a sus libros, a sus abarcas y a su pueblo. Me acerca la tierra seca, el agua de los ríos, el canto de los pájaros y la sombra de los árboles. Soy capaz de sentir el florecimiento en tierras fértiles y la mayor de las riquezas entre la más mísera pobreza, sufrir, y llorar, y sentir con él como si viviese todas esas cosas en el momento presente, y abrazar sus lágrimas, retorcerme en su dolor, aferrarme a los barrotes y lamentar sus propios lamentos. Me lo imagino como si volviese todos los días en los que alguien escucha su nombre con el sol poniente tras la espalda, como una sombra que nunca se va a marchar de un mundo en el que al fin se le considera grande, unos pasos tan cansados pero tan ligeros como soplidos de viento y una sonrisa hecha a las penas más resplandeciente y carente de ellas que nunca. No se me ocurre mayor tristeza que la de una fuente que no se aprecia sino cuando se ha agotado el agua que emana. Miguel no pudo ver con sus ojos cómo sus palabras polinizaban a todo aquél que las leía y, sin embargo, otro año más, lamentamos su temprana ida con intentos desenfrenados de que prevalezca en todas las memorias del mundo y el aniversario de su muerte no sea sino una prueba más de su vida.
Paula Hernández Domínguez, Salma Chaibi y Saray Peñarrubia Plaza.
Esperamos que os guste este vídeo hecho por Paula Hernández para Miguel Hernández:
Imágenes de Paula Hernández Domínguez.





Qué auténtico homenaje el que acabáis de hacerle. Bien dicen que si te explican bien a un autor y te hacen sentirlo, vivirlo, crearlo y recrearlo... se enciende una llama que puede durar siempre. Cuánto cariño, emoción y ternura se desprende de este texto. Miguel sigue vivo cuando recordamos su lucha y su sufrimiento. Sigue vivo cuando lo leemos en clase. Sigue vivo cuando homenajeamos su nacimiento, y su muerte. Porque hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas.
ResponderEliminarY esas tres heridas con las que se fue, se convirtieron con el tiempo en tres hermosas jóvenes que mantienen vivo su legado: Salma, Paula, Saray.
ResponderEliminarAy, que bonito. Me muero😍
EliminarEsto es lo más bello que te pueden decir.😘
EliminarJo Elena... :'(
EliminarQué barbaridad chicas, qué preciosidad. Es maravilloso leer cosas tan bonitas y tan bien escritas. Enhorabuena. No sé puede hacer un homenaje mejor. Chapeau!!!!
ResponderEliminarMerci à toi aussi, jijiji
EliminarTu es la meilleure, bisous pour toi
EliminarHola mis niñas. Como siempre, vais dejando bocas abiertas por el mundo y hoy la mía es otra más. Celebro haber compartido a Miguel con vosotras, celebro haberos tenido en mi vida y celebro los tres grandes pilares que sois hoy de su memoria. Tan lindas, tan distintas, tan especiales... Auténticas, es lo que sois. Queridas para siempre por esta despistada profe que tuvo que despedirse pronto. Os deseo que llevéis a Miguel siempre en la sangre, sé que lo haréis, porque cuando este travieso de ojos pillos se mete dentro, ya no hay forma de sacarlo. Y que viva!!! Que viva mil años más dentro de cada una de nosotras. Os quiero mucho, mis tres espectáculos. Disfrutad de la vida y que la vida os disfrute.
ResponderEliminarTu dulzura y hermosura hacen que mi corazón estalle de felicidad, sobresaltando todos los frenos de mano y provocando la relajación de mi rostro en una gran sonrisa.
EliminarTe daría millones de abrazos si te tuviera delante, ¡cuánto te quiero y cuánto te echo de menos! Siempre es una alegría saber que seguirás en nuestras vidas, tanto por tu parte como por la nuestra; un achuchón enorme.
Solamente tú sabes emocionarnos con dulzura y agrado. ¡Cuánta falta nos haces! Siempre te recordaremos por la brisa cálida y fresca que cautivó nuestros corazones.
Te queremos,
De parte de tus tres niñas.