POEMA A LA FELICIDAD

La felicidad te busca cada día, no la esquives.
Te invita a saborear todos los momentos en serenidad.
A veces, aunque la esquivas, te encuentra
y cuando te encuentra no la dejes escapar

Disfruta del nuevo día y de los tuyos
como si fuera el último de tu vida.
Ama y sé amado contra viento y marea,
felicidad es la utopía viva para alcanzar...

La felicidad es fruta madura en el árbol ¡tómala!
Abre tu puerta que amor y felicidad están llamando,
muchos colores, explosiones brillantes en el corazón,
la felicidad llega a iluminar noches eternas...

Quien es feliz no teme que algún día deje de serlo.
La felicidad, la alegría y el amor están rodando cerca nuestro,
detenernos a escribir sobre estos aspectos de la vida
fortalece y llena de luz nuestra alma...

La felicidad es sinónimo de ser positivo,
una persona que cree en sí misma es más fuerte
y enfrenta las cosas de buena manera, tiene más posibilidades
de lograr lo que se propone y seguir hasta el final...

La felicidad es un estado de la mente,
depende de cada uno verla y sentirla.
Ella es un estado solemne de tu propio interior
está ahí esperando le des la mano y caminar contigo...

La felicidad de aquí es pasajera, busca la eterna.
Conduciremos nosotros el auto de la felicidad,
la felicidad está en ti, préstate un poco más de atención,
cuando más buscas la felicidad más se te escapa...

La felicidad es efímera, disfruta de ella,
pequeñas cosas, grandes satisfacciones, es felicidad,
las sonrisas diarias son boleto de entrada a la felicidad,
linda es la vida, sonríe con felicidad, suave luz y paz...

Si sonríes, la felicidad será tu aliada
pero si olvidas la sonrisa, se alejará irremediablemente de ti.
Me siento feliz cada día por vivir, amar y sentir...
La felicidad canta siempre en ti, vive con su luz...

Seré feliz si tu felicidad mira en mi espejo...
me miro en todos, me miro en mí..... ¡y soy Feliz!


Firmado: David Fajardo García.

Comentarios

  1. ¿Sabes cuando a veces estás buscando un boli y resulta que lo tienes en la mano? Pues lo mismo ocurre con la felicidad. No hace falta buscarla en los lugares más recónditos porque se encuentra en las cosas más sencillas. Está ahí, en ti, en mi, en nosotros... Solo hay que saber apreciarla. Te vas superando cada día, David, y no sabes cuánto me alegro.

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