Saturno devorando a su hijo
Es un cuadro muy curioso que me produjo un fuerte impacto la primera vez que lo vi en persona.
Todo esto comenzó cuando tenía 6 años y mi familia, junto con otras personas, realizamos una excursión a Madrid a ver el Museo del Prado. Yo era un niño en aquel entonces y a los cuadros no les prestaba mucha atención o pasaba de largo. Pero cuando llegamos a la sección de Las Pinturas Negras de Francisco de Goya empecé a ver los cuadros que había alrededor de la sala con mayor fijeza. Obras como La Romería de San Isidro me dieron una impresión de miedo y repelús. Pero la chispa que me abocó a irme de allí fue la obra de Saturno devorando a su hijo y, claro, yo al ver cómo se comía a un niño, yo era un niño, pues me asusté y me quedé petrificado de miedo toda la mañana. De hecho no pude dormir durante dos noches por ver ese cuadro.
Todo esto comenzó cuando tenía 6 años y mi familia, junto con otras personas, realizamos una excursión a Madrid a ver el Museo del Prado. Yo era un niño en aquel entonces y a los cuadros no les prestaba mucha atención o pasaba de largo. Pero cuando llegamos a la sección de Las Pinturas Negras de Francisco de Goya empecé a ver los cuadros que había alrededor de la sala con mayor fijeza. Obras como La Romería de San Isidro me dieron una impresión de miedo y repelús. Pero la chispa que me abocó a irme de allí fue la obra de Saturno devorando a su hijo y, claro, yo al ver cómo se comía a un niño, yo era un niño, pues me asusté y me quedé petrificado de miedo toda la mañana. De hecho no pude dormir durante dos noches por ver ese cuadro.
En enero de 2019, cuando ya había cogido mucho aprecio al arte y la historia, mi familia y yo fuimos (esta vez solos) al Museo del Prado. Lo primero que hice (bueno no fue exactamente lo primero) al llegar a la zona de Las Pinturas Negras fue plantarme delante del cuadro de Saturno devorando a su hijo. Logré superar el miedo pero aun así la obra seguía dándome repelús.
La conclusión que tuve de esta obra fue que es una obra que me produce agitación por ese estilo característico de esta etapa de Goya.
Autor:
Carlos Jesús Monsálvez

Jajaj Carlos, me encanta tu sinceridad.
ResponderEliminarEste cuadro siempre lo pongo cuando empiezo a explicar las características de la literatura. Es, cuanto menos, aterrador.
ResponderEliminar