Como si fueras el Sol y yo no me quemase
Me voy creando conforme me tocas,
y mis órganos se agilizan en tu órbita,
y las tormentas de las penas no me alcanzan.
De tus yemas, mi piel como fiera a latigazos se estremece;
uñas, vello que a la salida de Sol cada
ola levanta
y estalla,
y bajo la somnolienta luz que lo crea se alza.
Tú, como candela y calor, redonda de
la nada a mi cama regresas y
alegras la hierba y de punta y
de gallina, vivo.
No conozco la forma del agua si no
eres tú el recipiente que moldea
la corriente del mar que respiro.
y mis órganos se agilizan en tu órbita,
y las tormentas de las penas no me alcanzan.
De tus yemas, mi piel como fiera a latigazos se estremece;
uñas, vello que a la salida de Sol cada
ola levanta
y estalla,
y bajo la somnolienta luz que lo crea se alza.
Tú, como candela y calor, redonda de
la nada a mi cama regresas y
alegras la hierba y de punta y
de gallina, vivo.
No conozco la forma del agua si no
eres tú el recipiente que moldea
la corriente del mar que respiro.
Paula Hernández Domínguez
El agua se adapta a las formas, avanza y se estanca. Pero poder ser la forma del agua y recorrer caminos sin obstáculos, sólo lo consiguen unos privilegiados.
ResponderEliminar;)
Eliminar'Me voy creando conforme me tocas...', como cuando un artesano del barro crea sus piezas moldeando con sutileza....
ResponderEliminar¡Exacto!
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