Un profundo agradecimiento

¡Sí! Hace unos cuantos días, el 29 de marzo, hizo un año desde que me levanté como una mañana cualquiera, sin saber que en unas cuantas horas iba a sentir una cantidad de sentimientos indescriptibles y que jamás los hubiera llegado a imaginar. Sentí nada más levantarme la monotonía de todos los días, después agobio por pensar que no iban las cosas como solían ocurrir, más adelante calma pues ya había llegado a mi destino. Pasaba la mañana y sentía las emociones de siempre:  aburrimiento, felicidad, pereza..., pero estaba a punto de pasar la mañana y entonces alguien que siempre me ha acompañado salió desolado, alguien a quien yo aprecio. Salí y le pregunté pero no me contestó, entonces otro sentimiento me atrapó: la curiosidad, pero sobre todo la duda. Esta persona se tranquilizó y calló. Entonces pasó la mañana y yo sentía la impaciencia y la felicidad de un viernes. 
Sin embargo, llegaron la incomprensión, la vulnerabilidad, el miedo , el terror y por último la impotencia. Y a los días entendí el porqué de la reacción de esa persona. 
Pero este mensaje tiene una única finalidad: el darle las gracias a esa persona que hizo de la mañana de un viernes, que iba a ser un viernes espantoso, otra mañana cualquiera, sabiéndolo todo y con la fortaleza de estar a mi lado aguantando y sabiendo que iba a darme la vida una vuelta de 180º… GRACIAS por esas horas…

Anónimo 

Comentarios

  1. Esa persona es afortunada en la misma medida que tú lo eres de poder sosteneros, como dos piezas que se complementan y bailan juntas.

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