Tras la luz

Bueno…  La verdad es que ya no llevo la cuenta de los días encerrada en casa, el porqué no lo sé, pero creo que la culpable, aunque hace un tiempo nos podría haber parecido una broma, es la palabra que os voy a nombrar a continuación y lo que sé es que es una palabra que va perdurar en nuestra historia y en la de nuestros descendientes… 

Coronavirus, la palabra más repetida por tu alrededor ¿verdad…?

La palabra que está produciendo que millones de personas tengan que permanecer en sus hogares sin poder salir y algunos de esos millones, sintiéndose agobiados…

La palabra que está uniendo a personas de distintas ideologías para una única finalidad, la de fabricar productos para nuestros sanitarios. 

La palabra que está causando que gente de edades muy diversas enferme y muchos de ellos fallezcan, mientras sus familiares no pueden velarlos de forma natural. 

La palabra que nos hace echar de menos el Instituto y esas mañanas de estar casi durmiendo a primera hora... (Ya sé que algunos diréis a lo mejor que no, pero creo que en el fondo sí… ) 

La palabra que está produciendo el silencio en las calles… y estas están esperando a que todo esto acabe de una vez y volvamos a andar por ellas como lo solíamos hacer antes, al igual que las hacíamos vibrar. 

Pero hablando desde mi punto de vista y desde mi situación, puedo decir sin pelos en la lengua que cuando empezó todo esto por otros lugares del mundo, como por ejemplo China, jamás me había llegado a plantear que pudiera llegar aquí. A nosotros, alumnos del IES Cañada de la Encina, de pueblos como son Iniesta, Minglanilla, Villalpardo, Ledaña y Villarta, que vivimos en un tipo de burbuja donde parece que nunca ocurre nada con mucha relevancia, que tuviéramos que volver a casa e informar a nuestros padres de que seguramente no volveríamos a la semana siguiente por el famoso coronavirus. Y así fue, al día siguiente ya no fuimos. Además algo que me llamó la atención fue el que cerraran el parque que se encuentra justamente en frente de mi casa, y esto me transmitió un sentimiento de tristeza pues de los 17 años que llevo viviendo aquí jamás había visto "La Glorieta" en esta situación, sin un solo niño al que le saliera una sonrisa en el momento de subirse a los tan apreciados columpios o que no pudieran estar disfrutando en la arena del parque. 

Al igual que cuando me comenzó la sensación de agobio porque los profesores  empezaron a mandar bastantes tareas, como si ya no volviéramos a ir al Instituto... Cuando empezaron las tardes de videollamada con los amigos, porque echaba de menos las charlas en el recreo… Cuando empezaron los momentos de visualizar y escuchar las noticias con atención y comprender que esto no era algo pasajero, que era algo que iba a cambiar el mundo ya que después de todo lo que estaba ocurriendo no volveríamos a ser los mismos, aparte de que iba a producir que nosotros, los humanos en estos días, nos pararemos a pensar, algo casi imposible en la actualidad. 

Y ahora mismo sé que hay momentos en que llega un punto de la tarde en que ya te has echado la siesta, en que ya no hay más series que te llamen la atención, otros en los que el libro que os estáis leyendo se os hace bola... y que además  la frase célebre "como en casa en ningún sitio" puede que la estemos aplicando en estos días como jamás nos podríamos haber imaginado. 

Pero creo sinceramente que somos jóvenes fuertes y con mucha iniciativa, o mejor dicho como ya nos ha expresado algún profesor," jóvenes con mucha calidad humana", y por ello tenemos que luchar y ser un ejemplo a seguir, quedándonos en nuestras casas, siguiendo las normas y finalmente lo que tenemos que hacer es resistir ante esta crisis del COVID-19, dejando por fin toda esta oscuridad. 

Y por último para sacar algo positivo de todo lo malo que está pasando es que nuestro planeta está resurgiendo de esa contaminación, de esa falta de luz…

Zulema Jiménez Beaus