Pensar es un vicio solitario
Entre estas cuatro paredes pienso en si este virus se hubiera llevado a nuestros pequeños, los niños. El mundo pensaría diferente padres, hermanos o abuelos habrían exigido medidas urgentes desde un primer niño muerto y en las columnas hubiéramos escrito sobre la pérdida de lo más apreciado. Si este virus alarmante que nos mantiene estos días en nuestro hogar se hubiera cargado a los jóvenes, cuántas normas habríamos obedecido por temor a perderlos y cómo se habrían encerrado en casa muertos de miedo .
Cuando los medios de comunicación informaban de un nuevo muerto decían su edad y sus patologías previas, para que los demás respiráramos aliviados. No nos ha importado asustar a los ancianos con tal de obtener un mensaje tranquilizador para los que aún no lo somos. Cuántas veces hemos escuchado que la fallecida tenía 90 años , se nos ha cruzado por la mente el pensamiento de que esa mujer ya vivió una vida plena... Y ¿SI ESTA MUJER ES NUESTRA ABUELA O ALGÚN SER QUERIDO?
Fdo.: Majda Lambarki
Comentarios
Publicar un comentario