¿Llegará el día?

Llegará el día en el que el sol brille más que nunca, en el que las gotas de lluvia nos hagan disfrutar cada coruscante momento que no supimos valorar.
Alzar la vista y saber que somos unos privilegiados, ver que nuestro camino es tan inmensamente rico que acaba cegándonos, haciéndonos creer que esos momentos y personas no tienen la poesía que se merecen. No caigamos en el mismo error, sepamos observar que nuestra vida choca con otras vidas, como esas gotas de lluvia que forman un laberinto en una lluviosa tarde de primavera; ¡sí!, de primavera, de alegría, de rayos de sol que fulminan las nubes negras que pueblan los pensamientos.
Todo pasará, el tiempo que no podemos arropar con vehementes deseos nos confundirá y sacará nuestra mejor cara, esa que nunca debimos olvidar, esa que con tanta furia se esconde en nuestro pecho desalmado.
Construir hacia arriba, cubrir los oscuros sótanos de la enfermedad y la muerte pero nunca olvidar que somos suyos, que nos dominan y nos manejan de manera histriónica.
¿Locos? Todos lo estamos, pero lo seríamos, aún más, si después de esta muerte en vida seguimos en la misma locura, sin rotar la veleta, sin equilibrar la balanza que eleve el egocentrismo y baje la empatía hasta tocar la suela de nuestros corazones.
¡Ya! Porque si sigue llegando el día…

Autor: Germán Utiel Tendero

Desde el blog agradecemos este tipo de aportaciones y colaboraciones. ¡Gracias!

Comentarios

  1. Espero con ansia la llegada del día en el que busquemos dentro de nosotros mismos esa empatía que se esconde de la mirada y que parece que hace acto de presencia en situaciones como esta. Siempre conscientes de nuestro destino y al que han llegado miles, pero sin que eso nos arrebate la sonrisa.

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