La tumba de las luciérnagas
¿Por
qué mueren tan rápido las luciérnagas?
A pesar de ser una
chica de sol y dunas siempre me ha gustado la lluvia. Las miles de
gotas aplastando a personas diminutas que saltan a esconderse. Uno
nunca sabe por qué se esconde de la lluvia. Los grillos silencian su
suave canto y todo se ve tan limpio, tan puro, tan sencillo... El
agua resbala sobre los tejados y cae de forma rítmica sobre el
pavimento, eliminando todo a su paso, como si fueran balas llevadas
por el viento. En las noches uno puede tumbarse y escuchar el plof de
la caída, se cierran los ojos y todo tu cuerpo es consciente del
resguardo así como de la sensación de lo natural que es ese sonido;
la música parece estridente en comparación con ella, se puede
sentir cómo los oídos se liberan de la tensión y las extremidades
albergan la posición idónea. Sí, siempre me ha gustado la lluvia
hasta que conocí La tumba de las luciérnagas.
Cuando vi la lluvia en esta película me hizo sentir el asco más
terrorífico.
Las miles de piedras caídas destrozan todo atisbo de contención,
escupiendo sobre cualquier pilar que hayas construido. Es la película
de animación más triste que haya conocido, debido a la sencillez
con la que muestra la historia de dos niños para sobrevivir entre
las ruinas y la desesperación de la guerra, de un mundo en el que solo pueden apoyarse en sí mismos. El agitar de un sociedad que ha
olvidado los sentimientos de comprensión y empatía. Cómo las manos
se agarran a la silla para evitar lanzarse al llanto incontenido. La
mente comienza con una sensación de adormecimiento para llevarte al
ahogo de no ser capaz por mucho que lo intentes de desviar la mirada
de las escenas.
El
agua fluye dentro de esta película, silenciosa y calmada en un
principio, transmitiendo las risas que flotan por el aire, la playa
llena de ilusiones que se mantendrán como espectros; pero comienza a
agitarse llevando consigo una sensación de desazón y angustia
elevando los simples actos a un nivel de emoción complicados de
aceptar. Finalmente arrolladora, acaba inundando el hogar que
compartían, dejando un rastro húmedo y embarrado donde el dolor es
inconmensurable. Sin embargo, no se fuerza al llanto en ningún
momento sino que es un tránsito por tu conciencia, por tu moral, por
lo que hay detrás... Debes mirar con los ojos de un niño, dejar que
tus pestañas se rocen una y otra vez para poder ver a través de la
pantalla translúcida.
Sin
embargo, no todo es llanto. También hay momentos en los que sonreír
es inevitable ante la imaginación y sencillez de estos dos niños.
Saltan sobre la incongruencia de sus sentimientos con la realidad e
intentan llenarla de risas, buscan la felicidad en los pequeños
actos, llenan sus noches de luciérnagas para ahuyentar la oscuridad
que atenaza su mundo. Sonríen ante una lata de caramelos que llevan
consigo hasta el último momento, los acompaña en su viaje como
depósito de sus esperanzas. Hay un momento en el que como una danza
invisible al ojo que no está atento, se va desarrollando una
coreografía de momentos pasados, en los que piensas con el corazón
en la mano cómo se puede hallar la felicidad en tales condiciones.
Una
presión en el pecho que no acaba con la película, sino que lanza
tus desvaríos contra la pared y te impide pensar en otra cosa que no
sea el silencioso viaje de estos dos hermanos. Simplemente un acto de
supervivencia, en el que a pesar de saber lo que va a pasar te niegas
al cumplimiento de esa sentencia. Una calmada
operación a corazón abierto en la que, a pesar de no tener correas, no puedes levantarte. Puede que leas esta recomendación y saltes a
otra página más alegre; pero la playa sigue teniendo el recuerdo de
esos dos hermanos bailando sobre la arena, chapoteando en la
orilla... y, si miras bien, puedes verlos aún jugando indiferentes al
mundo, simplemente rodeados de sí mismos.
Autora:
Salma Chaibi



Tremendas ganas las mías de verla. Para mía la lluvia es el movimiento más bello que nos acaricia pero dudo que siga pensando igual después de ojearla. Tus palabras divinas, como siempre. 😉
ResponderEliminarPara divina tu atención 😉
EliminarNo se puede hablar más bonito y con tanto cariño sobre una película como esta... Maravillosa la película, maravilloso lo que has escrito y maravillosa tú.
ResponderEliminar