Escribir por escribir.
No sé por qué escribo. No tengo razón, ideas, ni nada en mente. Solamente una, digamos necesidad, bueno, tampoco es necesidad. No sabría definirlo. Me siento tremendamente aburrida de las películas en las que suelo anclarme, como si fuera un barco a la deriva que retrasa su partida. Tremendamente de los espacios intermedios que se intentan llenar con excusas baratas o con sonrisas espejo. Estoy increíblemente aburrida de hacer lo mismo día sí, día también. Estoy cansada de las carcasas llenas de purpurina reflectante que no dejan pasar la luz. Estoy esperando a abrir mi corazón, pero todavía está cubierto de una nieve que no deja que se derrita. Estoy gritando por una vía de escape, pero tan temerosa de que se abra la puerta y se cierre a mis espaldas. Sin oportunidad de retorno, solo el camino incierto que tengo por delante de mí.
Parece que estoy soltando los desvaríos de una loca aburrida del tiempo, a la que le gustaría acelerarlo o retrasarlo, pero este parece ir siempre a su antojo. Me gustaría eliminar de mi memoria algunos recuerdos que detesto, pero por los que me siento irremediablemente atraída. Quisiera penetrar en la memoria de los extraños, y ver otros mares: los mismos pero siempre distintos. Quiero un espejo mágico que me diga que soy la mujer más bella del reino o a una anciana que me recuerde que la belleza es frágil como para preocuparse por ella. Quiero un príncipe que me devuelva mis zapatos de cristal, endebles como su dueña, que renunció a ser dueña de su destino. Pero también deseo correr descalza por el bosque y ver colores en el viento. Saltar por un precipicio y acabar en el infierno, viendo las almas deshacerse como rosas en invierno o las estalactitas en primavera.
Añoro esos días en los que me parece que todo es posible y odio los espacios intermedios en los que parece que intentar dar un sentido, no tiene sentido. A veces sueño con sumergirme en una película y convertirme en protagonista de otra historia, pues parece que la mía pierde realismo y solo es un testigo en una tormenta ajena. Deseaba escribir algo con sentido, pero creo que la escritura no tiene sentido, mientras que sea verdadera. Puede ser que mientras sea verdad, sea escritura.
Salma Chaibi

He disfrutado de una manera indescriptible con esas palabras. Te vuelvo a decir lo genial que eres aunque me repita más que el ajo. ¡Bravo!
ResponderEliminarjajja, ya sabes que lo nuestro es reiteración, pero de la más bonita.
EliminarTremendo final.
ResponderEliminarGracias.
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