Ciudadano del mundo así...

Giro el rostro un segundo para observar la lista de libros que tengo a mi lado y vislumbro como la belleza de las palabras hilvanadas en perfecta armonía constituyen, para mí, el más perfecto invento humano. La delicada estructura que conforma la concatenación de grafías, que con la más deliberada sencillez se superponen a la anterior, en su búsqueda de la siguiente. La latente palidez de las ya olvidadas y las que se aproximan ruborizadas por el calor de saberse protagonistas de atención durante unos segundos. El más leve parpadeo las enoja y hace desprender de su envoltura suaves regueros de tinta negra, parecidos a lágrimas silbantes. Ellas enamoradas de su belleza se niegan al olvido de su esplendor y mantienen sacrificados a los poetas a sus demandas, intentan envilecerlas pero ellas siempre superan los obstáculos sabiendose damas de alta corte y manzanas caídas al mismo tiempo. Las palabras hallan como la rosa al principito, el medio de continuación de sus ensoñaciones. Saturadas de colores, sabores, olores, texturas...

Algunos buscan que las palabras no rueden, que no fluyan, pretenden atarlas con gruesos candados y lanzarlas al mar para mantener los oídos limpios. Saltan por encima de sus exigencias, las ven como simples criaturas con la piel seca y los hombros decaídos. Quieren mantenerlas puras en su locura, cuando la lengua es lo menos puro que hay. Ella se ensucia, se lanza por el barro, se desnuda por las noches, se lanza por los barrancos, desayuna con vagabundos, merienda con reyes, comete asesinatos, salva vidas, se baña en vertederos, pasea por montañas empinadas...Hace mucho tiempo la lengua y el tiempo mantuvieron una conversación sobre la vida, el tiempo la cambiaría y la lengua lo reflejaría. Sacaría a la luz su hermosura, así como su fealdad, buscaría entre las sombras a las palabras que se esconden de su vista, daría más consistencia a la realidad. 

No existe lengua fea, ni lengua bella, solo existe la necesidad inmediata del ser humano de lanzarse al acto de la comunicación, al sentimiento inefable de dejar en las paredes o pergaminos su rastro por el mundo. La lengua es nuestro rastro por el mundo, nuestra contribución a la llamada historia de la humanidad, porque somos arrumacos, ombligo, apapachar, sinestesia, ronroneo, efervescencia...Somos lo que ha hecho el tiempo de la vida y la lengua lo ha reflejado. No podemos quejarnos de este aspecto, es lo único que nos salvará de los ignorantes, incultos, los no me gusta, los hablas mal, los el silencio es mejor...Nunca el silencio podrá sustituir una conversación de las que hace al tiempo palidecer, de las que rememoras y dices fue perfecto. 

La lengua ha olvidado las fronteras porque nosotros las hemos olvidado. Buscará abrazar a sus hijas, se empaparán de ella y ellas de ella. Se fusionarán, bailarán en un rítmico movimiento deslizando sus pies sobre nuestras voces y mentes. La lenta melodía moverá ese tango que disuade a nuestra lengua de permanecer en silencio. Saltarán las chispas cuando abracemos con los manos cálidas las distintas grafías, cuando suspiremos en gallego, charlemos en catalán, cantemos en euskera y bailemos en castellano. Nunca un país pudo presumir tanto de sus superestrellas ni ellas de él. Somos inextricables. Los desgarralenguas intentarán dividirla y aprisionarla sin piedad. Evitarán que se ponga en contacto y construirán una muralla que divida a las hermanas, madres, primas, amigas, amantes...Intentarán hacer que se pierdan en la memoria de la piel y del alma. Sin embargo, estos hallarán que la división nunca hizo la fuerza y que lo destinado a convivir junto nunca podrá dividirse. Las puertas nunca se sellarán, como en una habitación salteada de perfumes convivirán lanzadas en butacas, en interminables charlas de superestrellas. Llorarán leyendo las Follas Novas, lanzarán las espuelas con Tirant lo Blanch, soñarán con Obabakoak, se rodearán de campo con El Quijote. 


No busquen vuestras majestades imperiales el lugar donde parar el engranaje que conforma la amplitud de la lengua española, que a su vez está conformada por piezas: castellano, gallego, catalán, euskera...No busquen que se sea español sin ser la conformidad de lo anterior, pero tampoco hay que ser español en esencia, hay que buscar el término en que uno pueda volar con el inglés, pueda cantar el francés, pueda bailar el alemán...en fin, hay que buscar el término en que uno pueda ser ciudadano del mundo así.



Autora:
Salma Chaibi

Comentarios

  1. Me quito el sombrero, el sombreiro, la txapela y el barret.

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  2. Ya iba yo con predisposición a enamorarme de tus reflexiones pero creo que me he caído al abismo de tus palabras. La lengua te está escuchando y no puede estar más orgullosa. ¡Enhorabuena!

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  3. No puedo estar más de acuerdo. Las lenguas son vehículo de unión, nunca de separación. Pero hay unos señores que no lo comprenden y enciman tienen poder para llevar a cabo este despropósito.
    Escribo estas palabras mientras oigo el vídeo que has puesto, ¡qué alegría me trasmite! ✨
    Gracias Salma por hacernos pensar en la universalidad de las lenguas. Me ha encantado tu reflexión. 😊

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    1. Ay, Carmen. ¡Qué bonito y que razón tienes! Para universales nuestras clases de latín o de griego 😉

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  4. Bueno, pues ya solo me quedan 29 redacciones 🙄🙄😂😂. Cómo me gusta invitaros a reflexionar sobre estos temas y que hagáis estas maravillas...

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